Un apretón bestial... Dos apretones, ¡tres! Parto raudo a la Stuxnet. Nadie sabe lo duro que es ser astronauta. Maldito salmón. Jodidos suecos. Mala es el hambre...
Pasadas un par de horas de dificultades intestinales, floto ante la réplica de la Capilla Sixtina y caigo en la cuenta. Ya sé dónde está Yuri. Ya me salen las cuentas. ¡Maldita sea, maldita sea, maldita sea! Me aproximo lo más velozmente que puedo a la base estelar y paso una estancia tras otra, hasta llegar a la #1, el compartimiento de gravedad artificial, la sala de Michel. Tras la descompresión de rigor, me saco el casco, las perneras, los guantes y el tronco, para acceder sin molestias ni estorbos... Y ¡ahí están! Como lo había sospechado. La gran cocina americana, la barra, los taburetes altos, el humo y el olor...
La traición y el deshonor me dejan paralizado.
1 comentario:
Si no me caía bien...
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