lunes, 7 de febrero de 2011

cienciaficción 1-religión 0


Desde el camino de fuego observo el Universo a mis pies. El mal por fin ha triunfado y ya nada me queda por hacer. De tanto en tanto aparece esa obtusa serpiente que no se entera de nada. Tratando vanamente de tentarme con manzanas, canciones, arcoíris perfumados y promesas pueriles. Qué triste.
Yo ni me digno a explicarle: es un ser irracional. ¡Qué va a entender que ya no queda nadie a quien corromper!

2 comentarios:

Elisa dijo...

Enhorabuena, has puesto el listón muy muy alto. El final es muy bueno.

Luna dijo...

El título me intrigó, el final, buenísimo.

Saludos enormes.