sábado, 25 de octubre de 2025

Lo del trío

 Estaba el Chandler flirteando descaradamente (igual tocarle los senos suavemente no es exactamente flirtear, no sé, los tiempos cambian y el lenguaje con ellos), en fin, eso,  que estaba flirteando con Phoebe en frente de Mónica, en casa de Mónica, en el sofá de Mónica, antes de lo de dar a luz a tres hermosos gringos (la rubia) y regalárselos a su hermano🤷🏻‍♀️ para compensar lo de ser rubia, alta, delgada y tener piel de terciopelo🧜🏼‍♀️. Mónica, falsa permisiva, tragaba orgullo con hiel de avispas del Himalaya y limpiaba, como siempre. Porque Mónica siempre está limpiando. Es bajita, plana como una tabla y se pasa el día jugando a las casitas. 

A Phoebe no le gusta Chandler porque es feo y está medio gordo y no le pilla la gracia, pero el morbo es el morbo y sin querer se sintió interesada en pasar a mayores.  Chandler, encantado, ya iba a bajarse los pantalones allí mismo, mas Phoebe, amiga de sus amigas, lo frenó con dulzura y tuvo la deferencia de invitar a Mónica y la superdeferencia de decirle que era idea de él lo del trío. Así se salía con la suya, y él más, y no perdía una amiga con un apartamento en pleno centro. Por lo visto, pasó: 45 minutos (hey, Chandler, good job!) estuvo Mónica asistiendo a un coito, como la que asiste un parto, entre el amor de su vida (también esta tiene tela) y su sexi amiga a la que, todo sea dicho, sobó lo suyo tirando a bastante tirando a mucho tirando a igual-muchísimo. 

Como siempre, y en esto reconocemos y aplaudimos el realismo ejemplar universal paradigmático total-literal-osea, todos cuentan en secreto a todos el épico suceso, si bien en cada versión la iniciativa del asunto en cuestión partía de fuentes diferentes, mayoritariamente de Mónica, bulo, como sabemos bien, propagado por la misma 🤥 y solo negado por Ross que, conociendo a su hermana, sabía que ella no compartía ni un chicle.

Al final, todo fue una risa porque Joey no se enteraba de nada y se quedó una tarde muy buena. Aplausos.  Decepción porque no sale el polvo en el episodio (un triste rótulo de 45 minutos después). Telón. Mónica hizo despedir a un guionista 🔪 y se puso a limpiar el sofá, que, 🤢, estaba llenito de largos cabellos dorados. Por mi parte, estoy segura de Mónica y yo (y más gente) bloqueamos a Chandler de por vida en los móviles cuando los inventaron. 

9 comentarios:

Javier Pansard dijo...

Hay quien podría decir que, entre los intrínsecos entresijos del azar, puede abrirse la puerta que desemboca en el camino de los palceres más inesperados que, a su vez, pueden generar dudas, envidias y malentendidos caprichosos, como un arabesco divertido que refleja en su sombra las aristas del cincel malicioso de un autor morboso...

Pilar dijo...

Dicho de otro modo, ella miente para hacerse (más) el centro de la mesa?

Pilar dijo...

Arabescamente, por supuesto.

Riforfo Rex dijo...

Yo lo que creo, y a quién le importa, es que estamos asistiendo al desmoronamiento de los valores tradicionales, el matrimonio cristiano y la supremacía masculina para idear maneras de follarse a la amiga de la esposa sin que eso signifique un rompimiento de las sagradas instituciones.

Pilar dijo...

Pues, igual, oye.

Anónimo dijo...

Puede ser que, haciendo un ejercicio de (divertido) cinismo creativo, se llegue a ese puerto...

Anónimo dijo...

(Javier Pansard, ya sabes que no domino el cibermundo...:P)

Pilar dijo...

A ver, Javi, lo del anonimato es por ti. Para tu protección xd
Volviendo a lo que no sabemos... Entonces, ¿a quién maldigo a Phoebe o a Mónica?, por mentir dentro de la mentira, digo.
Como siga así, me hacéis el blog vosotros, y yo vuelvo a "sanatorio".

Javi dijo...

Me encanta el concepto de volver a la ignorancia!!! :D Puestos a maldecir, creo que en este caso lo tienes complicado. Yo, que maldigo los susurros, lo haría con las dos por ser esclavas de su sombra. Por otra parte, quien miente dentro de la mentira siempre termina, inevitablemente, diciendo la verdad... Qué vida esta... :P