sábado, 2 de noviembre de 2013

Es una bonita tumba para la memoria

A la Facultad de Filosofía y Letras, muchas lunas antes y muchas lunas después


Dunas y polvo espeso de color rojizo, rubicunda polvareda, donde piedras diminutas esconden la vida del que entra, donde, quizás, un día pusiste un poema dentro de una botella. Dunas y polvo y cráteres que no cesan de mutar, mientras el resto del mundo se desgañita en millones de voces y oídos que sangran. Gritos y dunas y polvo y cráteres se tornan una sola cosa, marcas de cuerpos que se borran con la primera racha de viento.
Huele a polvo y a caída de la tarde. Se intuyen los parlamentos inútiles en millones de idiomas a lo lejos, mientras la temperatura trata de aterir a las bichas sin saber que su sangre es fría y su piel, dura y su sensibilidad al calor y al frío, nula.
Como las mismas rocas, que nunca son las mismas, y como las mismas dunas, el mismo polvo y los mismos cráteres, que jamás encontrarás si buscas. El mismo paraje conocido, donde te pierdes porque ya no es el mismo; la misma arena, dunas, cráteres, que no están ya en su sitio; las mismas bichas que han mudado su pelaje; el mismo calor desolador a mediodía y el mismo frío insoportable en la noche; todo está ahí de algún modo para que lo recompongas; todo, menos aquella botella, aquel poema y aquellas huellas.
Y solo tú. Y tú, sola. Y piensas: "Es una bonita tumba para la memoria".


2 comentarios:

Riforfo Rex dijo...

¡Joder! Me ha impresionado. Al margen de mi parcialidad.

Anónimo dijo...

Entre ese polvo amarillento, las matas resecas y los troncos mugrientos de ese paraje maltusiano, una turbamulta atronadora gorjea notas procedentes de escupitajos de sangre en las que sólo se muestran huellas de despojo, negras ruinas de vidas gastadas en años perdidos, en un tiempo ya para siempre irrecuperable. Pero ni siquiera el poema, nacido del vidrio roto, puede detener la sombra que vaga por esos lares. ¿Huella de qué? Con esa muchedumbre crecimos y en el desierto, solos, sin fragancias, podremos rememorar los días perdidos. ¿Nostalgia de lo que es bello en lo que no se ve? ¿Sonidos sugerentes que se pierden en una planicie de lodo? Si al menos una Aspasia recompusiera el pelaje… Los pasillos convertidos en recovecos de catatumbas, esa es la única memoria posible… Leop Foster