Qué hay de azul de las piedras
Qué de la promesa
Dónde la respuesta
En el azul del ocaso
En el azul de tus penas
Como las piedras que amo,
Perdidas en la bruma
Y la niebla espesa.
En la distancia y el olvido,
En la profundidad de tus años
Qué hay de las cascadas y las tormentas
Qué del calor y las estrellas
Qué de las horas largas
Del frío de tu cuarto,
De tus manos pequeñas.
Y qué del tiempo...
De nuestro tiempo extraño
Mojado entre mis piernas
De las palabras desnudas
De tu voz contra mi deseo
Qué de aquel abrazo
Qué de mis labios contra tus piedras.
1 comentario:
¡Vaya!, es el poema más formalito que te he leído nunca. El menos punk, como tú dices. Porque se nota muy cuidado, digamos, "musicalmente". Me gusta como suena.
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