lunes, 22 de agosto de 2022
Take this Walz
Es bonito el sonido del viento en los plásticos superpuestos en ventanas sin acabar. Ojos que miran al mar, borrosamente, porque el plástico no es cristal. Bajo mis ojos, enanos hoy, hay lunas crecientes del revés, de un gris oscuro que se ensancha y oscurece conforme pasan los días. Mientras, el viento, alegre, juega con mis ventanas de mentira, rompen el silencio y suenan como música celestial, que recuerda algunos momentos en que entre plásticos se fue muy feliz.
El suelo está limpio, hay un colchón y luces y músicas tenues. Era verano, o a lo mejor no era solo verano. Hubo canciones y risas y bailes y orquestas en mi mente que tocaban un vals de Leonard Cohen, que no es vals, pero los representa. El único momento que era verdad cuando lo escuchamos. Mientras buceábamos en músicas de todos los idiomas patrios, sintiéndonos parte de alguna patria llamada nosotros.
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