martes, 15 de noviembre de 2011

Gordo

Estaba yo descargándome Your hand in mine cuando descubrí el sentido de la expresión publicidad agresiva. Me llegan cientos de correos para qué voy a mentir. La mayoría del Groupon, Groupalia, Let’s Bonus, y otras tiendas on line. Algunos correos de publicidad directa y otros de trabajo. Los más importantes, huelga decir, son los que portan ofertas competitivas para conseguir aquellas cosas que siempre deseé pero que nunca pude comprar. Y aquí llegó. Como una revelación: “¿Quieres joder a tu ex?”. Y yo, sola, “¡Sí!”. Hablando con el ordenador, emocionada, la sangre latiente en las mejillas.


Aunque me molestó el repentino cambio e incoherente tratamiento de cortesía para ofrecer tal artefacto vil, pasé a lo esencial. Daba el anuncio en su interior todo tipo de ideas. Sobre cómo provocar situaciones  límite en las que demostrar audiovisualmente y, lo mejor, legalmente que el tío/a/@ es un cabrón o una cabrona o un@ cabron@. Sea como fuere, yo loca pulsé, cliqué, piqué y espoleé sobre el COMPRE YA. 
Para mi desgracia, 219 personas habían comprado el boligrafo espía y el descuento estaba agotado, había expirado la promoción y no quedaban bolis de esos para mí. A mi desilusión, siguió mi angustia, mi paranoia y mi pánico indisimulado en gritos, llamadas y chillidos por el piso con la certeza de que mi ex se había hecho con un par de unidades del magnífico producto a un precio increíble.
Sofocón, que ni cuento. Gordo. Gordo. Gordo.

6 comentarios:

Unknown dijo...

Ésto resultó todo un dramón de componentes latinos, con sus justas cargas de neurósis, rencores, artimañas y mala leche que te dejan pensando que si se validó de alguna forma la existencia de tan antagónica relación o era meramente una oportunidad para ambos de desfogarse en una quema de karma. Uf.

omar enletrasarte dijo...

desafortunada situación, bien relatada,
saludos

Riforfo Rex dijo...

Me compré un boli de esos para espiarme a mí mismo. Me lo regalé en plan muestra de afecto y tal. Y empecé a usarlo como si nada. Como bolígrafo no está mal, pero como cámara, es la hostia. El caso es sospechaba que me traía algo entre manos y decidí averiguar qué era. Hasta ahora, según observo por las filmaciones que he ido sacando, mi comportamiento es normal. Tal vez excesivamente normal. Me temo que sospecho algo.

Papi Habichuela dijo...

Jaja, me encanta ese uso impostor del mundo.

Pilar dijo...

Gracias a todos por leer. Impostor XD

Anónimo dijo...

Jajaja, y ni le digas que él mismo le envió la oferta agotada sólo para frustrarla.

Muy bueno, ¡saludos!