viernes, 16 de septiembre de 2022

Todos mienten

Hay un episodio de House que no se me quita de la cabeza. Perdón. Hola. ¿Estáis bien? Sí, ¿verdad? Me alegro. En fin. Por si acaso, confirmo que soy yo y no uno o varios de los imbéciles trolls que rondan por acá. A lo que voy. Que pienso mucho en la muerte de Kutner. El Kutner, para los raritos que no hayan visto la serie de House al menos tres veces enterita, es un miembro del equipo del House. Un tipo muy optimista, listísimo, bondadoso y con una sonrisa perpetua en los labios, empático, y que nunca en ningún momento dejó de adorar a House por más cruel que fuese. Lo puto mejor de la serie. Entonces, los fideputa de los guionistas lo suicidan. Y nos dejan un mal cuerpo que te cagas. Es verdad. Yo, que no soy de llorar, a punto estuve. Pues amanece muerto de un tiro que se pega él mismo un día que no venía a cuento. Y al House le da por pensar que algo ha pasado. Que es culpa de sus padres (adoptivos), quizás suya porque es un verdadero tirano, quizás algo externo que debe investigar. E investiga. Tol puñetero capítulo buscando razones, eso es lo que hacen los científicos, y no encuentra. Después de dar mucho por saco a todo el mundo y principalmente sentirse megaculpable, se da cuenta, el masca de los mascas, que puede que el Kutner estuviese deprimido y ya. Con depresión de verdad, no eso de qué día tan tonto tengo que estoy depre. No, colegas. No mezclen. Y el House llega a la conclusión de mierda de que Kutner fingía como un puto amo y lo engaño hasta a él. Que se ha quedado sin su favorito y no había nada que hacer. Que era imposible evitarlo, preverlo y cambiar lo pasado, to frustrado y tratando y trantándose como si todo fuera menos importante que el Kutner, ya muerto. Y eso. Solo eso. Pienso en ese capítulo. Me doy cuenta, no piensen que soy subnormal, que es cosa de los guionistas y que el actor que hacía de Kutner encontró un curro mejor. Pero vaya, que quitando la realidad y lo tonto, pienso mucho en la muerte de Kutner.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Tienes algún Kutner en tu vida?
¿En quién piensas cuando piensas en Kutner?

Riforfo Rex dijo...

¡Vaya! Hace mucho que no veo esa serie. Me has dado un disgusto morrocotudo. ¡Se ha suicidado el Kutner! Y todo el mundo embobado mirando a ver cómo se lo toma House. Al Kutner, que le den. Es duro ser un segundón en la vida.Ya ser un tercerón o un cuarterón casi no duele -- eso ya lo tengo claro --,pero ser un segundón, estar ahí a punto de y nunca llegar...deber ser jodido. Supongo que eso es lo que no pudo soportar el Kutner. Y que House es un cabrón insensible e insoportable, también.

Anónimo dijo...

Al actor que hacía el papel de Kutner le ofrecieron trabajar en la administración de Barack Obama y aceptó. De ahí su desaparición en la serie.
Como en la vida real, no es fácil buscar un motivo concreto por el que alguien decida quitarse la vida. Cuando sientes que no tienes el control de nada de lo que sucede, que el esfuerzo de seguir viviendo es mayor que la "felicidad" o la gratificación que te proporciona, que todo seguirá igual (o mejor) si tú ya no estás... Cuando da igual estar, ser, parecer o perecer.

Pilar dijo...

Hola a los tres. Gracias por leer y entender cada cual a su modo. Por informarme, para mi tranquilidad de telespectadora, de que no fue una crueldad de los guionistas y que el hombre dejó un mercado prometedor y lucrativo por otros menesteres, nada glamurosos, una causa, supongo, que le parecería mejor o más necesaria. Debe ser un tipo único, la verdad.
Tanto como conocer a alguien como Kutner, no. Por suerte o por desgracia, en mi vida la gente no suele ser tan impresionante como resultan en la ficción, para bien o para mal, y el Kutner era un genio, simpático, carismático y con una depresión que ni el mismo House pudo vaticinar y se quedó con las ganas de intuir (punto para Kutner).
Lo dejo para el final, porque, Ricardo, estoy contigo en que ser personaje secundario de la vida de los demás, siempre que seas un personaje, es bastante asco. Y sin embargo, los que somos, un poco aunque sea, relleno de cafeterías y bailes de fin de curso, estamos tan anchos en nuestro sabernos planos en cuanto personajes, pero guardarnos para nosotros la parte de personas tridimensionales e incluso multidimensionales (como es nuestro caso).
Voy a seguir con mi recorrido de impresionismo audiovisual y auto(desa)rrollo, para ver qué cuestiones me han interesado y han quedado grabadas en mi memoria y cuáles igual no advertí y cuáles me son indiferentes. La vida en ficción es tan interesante como la de verdad, -la real-, o más.
Besos de un personaje muy raro y gratitud de una persona muy normal.