martes, 14 de junio de 2011

Y qué hay del azul de las piedras,
qué de la promesa, dónde la respuesta.
Entre el tiempo y mis ojos.
En el azul del ocaso.
En el azul de tus penas.

Como las piedras que amo
perdidas en la bruma y la niebla espesa.

En la distancia y el olvido,
el profundo azul de tus años.

Y qué hay de las cascadas y de las tormentas;
qué del calor y las estrellas;
qué hay de las horas largas,
del frío de tu cuarto,
de tus manos pequeñas.

Y qué del tiempo,
de nuestro tiempo extraño
mojado entre mis piernas.
De las palabras desnudas.
De tu voz, contra mi deseo.
Qué del abrazo,
de mis labios, amor, contra tus piedras.

4 comentarios:

Haidée dijo...

He venido a releerlo, me encanta. :)

Pilar dijo...

Gracias, Haidée.
:)

Riforfo Rex dijo...

Labios contra las piedras, aunque sean azules. Preguntas de impotencia. Triste.

hugo dijo...

¡Excelente Pilar!