miércoles, 5 de octubre de 2011

 T
odos en nuestras pequeñas vidas,
vidas sin rima,
vidas sin ritmo.
Perdiendo diminutas batallas
de esfuerzos cotidianos baldíos.

Todos en nuestro calor, en nuestro frío.
Con nuestra pena, tan lejos,
soledad con reverberaciones de hastío.

Todos parados
mirando al cielo,
esperando un giro.
Parados
en mitad de la nada.

Callados,
tolerando los aullidos.
Acurrucados
en los huecos de la roca.
Cenicientos
por el polvo de los siglos.

Todos cansados,
grises, macilentos,
escuchando.

Escuchando
el reloj acompasado
con el latido sangriento
de sangre músculos aire
aurícula ventrículo
Todos solos,
compungidos,
esperando.

Esperando
que se nos robe el olvido,
que tanta locura acabe,
que la vida pase
como un suspiro.

Y al fin ser ave, 
ser mar, ser aire,
ser piedra,  ser dios,
ser fuego, ser vacío.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Expresa depresión que tiende a absolutizar la realidad, a convertirla como algo penoso.
El juego de la vida está echado.
Dios sí jugó a los dados, pero en forma diferente a la Einsteniana.
No todo por igual puede ser alegría, también es lucha pues inteligencias perversas se orientaron al dominio del ego y al esclavizar al más débil.
Morir es destino, más misterioso e ignoto como para hacerle tanta reverencia a lo desconocido.
Nuestro talento siempre encuentra un nicho en la vida. Podemos ser nadie. y resultar gigantes en nuestras almas y en nuestros propios sitios.
La mayoría de lo que acosa a una mente es imaginario, así que es mejor tomar el timón de la imaginación y decir,AHÍ VOY.
El anonimato y el ermitañismo más de una vez han resultado ser una bendición, no todos los valores realmente corresponden al éxito. Y los leones sociales se la pasan mordiéndose. Prefiero inventar mi libertad a mi propia medida y bajo mis términos.
Gracias por recordármelo.

Pilar dijo...

Un gran abrazo, Carlos