Hay un tiempo para sentirse a salvo,
para sentirse libres,
para sentirse plenos.
Eso cuentan las voces del coro
que leen mis pensamientos
como si fueran el eco
de algún aliento eterno.
Mas, llegado el tiempo,
unas cuantas palabras,
unos ojos azules,
un poema,
una carta,
y la paz se acaba
y se viene el miedo.
Así se conoce la locura
y así, el desconsuelo.
Pero tranquilos, dice el coro,
la desdicha no alcanza a todos.
Algunos nunca se lo permiten.
Se aferran a certezas convencionales,
a pócimas y códigos solemnes,
a fuegos artificiales,
a fútbol, hijos y mujeres.
Para otros, sin embargo,
el tiempo de sentirse libres,
de sentirse a salvo,
de sentirse plenos
habrá pasado, dejando un vacío
que solo llenarán en sueños.
Dream-Anita Kreituse |
5 comentarios:
ese vacío lleno de sueños
..
saludos
Es precioso
Sólo quienes comprenden no huyen del vacío, pues ahí mora el todo.
Gracias a los tres, amigos queridos, cada cual en coordenadas distintas. Tan lejos y tan cerca. Abrazos.
Unos ojos azules,
un rubio cabello flotando al viento
Un poema... ¿para qué poetas?
Una carta, que anuncia de un final
y que esculpe en un busto
la locura y el miedo.
¡Cuántos papelillos arrugados
caían de esa torre
en forma de poemas!
Hubo una vez un tiempo,
el tiempo de un poeta,
que no se siente libre
ni tampoco pleno.
Esta noche está con Malte
en la Bibliothèque Nationale
y ¡qué bueno! Allá vieron a
Emma Bovary.
¡Qué suerte l'hirondelle!
Hubo un tiempo...
A quién, sino a ti...
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